Después de dos horas de inspeccionar, Raymond sugirió que descansaramos un rato. Me estuvo contando muchas cosas de él y yo de mi, nos hicimos muy buenos amigos.
LLegó el momento de reanudar la marcha, ibamos hacía los intestinos. Eran inmersos, los tubos, las células microvellosidades, pasamos por los riñones. Veíamos como la sangre pasaba por todos los conductos y como las células nerviosas (neuronas) recibían y transmitían información.
Los auriculares sonarón. !era Rudy!
- teneís cerca de vosotros un gran microbio, cinco veces mayor, con las armas que llevaís lo conseguireís matar, pero antes de morir, os intentará matar antes. -!cuídado chicos!
- Gracias Rudy
Raymond me cogió y me escondió en un tejido. El microbio se acercaba. Nos callamos, yo ni respiraba y a Raymond no se le oía. Era muy valiente, estaba muy cerca del microbio para dispararle y huir antes de que el microbio consiguiera matarle a él.
En ese momento, yo resbalé en uno de sus pies en la superficie babosa del tejido, y caí hacía fuera. El microbio se dió cuenta y casi me coge, si no llega Raymond en el momento justo, hasta que al fín lo mato y huír rápidos.
Puso su vida en peligro por mi culpa.
- soy una torpe, te prometo que no lo hice a proposito, el tejido era muy resbaladizo y yo..
Raymond con voz seria:
- no digas tonterias Bea
Me puse a llorar y Raymond sonrió y me dijo:
- nunca te han dicho que estás guapa cuando llorás. Te vuelvo a repetir, que me podía haberme pasado a mí.
no quiero que te preocupes, !vale!
Sonreí y no dije nada, tenía razón.
Nos fuímos hacía las extremidades inferiores, las recorrimos todas, los tansmisores no dierón señal alguna y volvimos hacía arriba.
De pronto ví como a mi compañero tenía aúseas, y no respondia, perdía el conocimiento, no sabía que hacer, habíamos recorrido ya el hígado y ni rastro. Noté que estaba mal y llame por los auriculares a Rudy.
!Rudy, Raymond se ha desmayado ¿que hago? ¿no le puedo hacer nada aquí?
- no puede mantenerse en ese estado, el oxígeno lo agotará con el anhidríco . Bea, si quieres que viva, tendrás que llegar hasta la garganta, tú sola a cuesta con él, donde le podrás quitar la escafandra y nosotros darle oxígeno con la computadora.
Yo sola no podría con él, no llegaría a tiempo y se ahogaría. Pero tenía que intetarlo, así que me puse en marcha.
Me costaba mucho subirlo, me acordaba de t0do lo que me estaba pasando, yo Beatriz, saliendo de casa después de de dormir unrato, me había encontrado con un tipo, y me pregunta si quiero ayudarle reduciendome a un gusano y yo idiota le digo que sí. Si le contará a mis amigos lo que me está pasando no se lo creerían nunca.
Estoy llegando a la garganta, me queda poco, !Dios mío Ray no te mueras!
Noto que me falta el aire, que me ahogo yo también, seguramente mi computadora se averiado, no sobreviviré. En el último momento no pude más y me quite la escafandra, preferir morime ahogada que afixiada. Me di cuenta que ya estaba en la garganta, allí no había sangre, ni agua, enseguida le quite a él su escafandra, y esperé que nos dierán oxígeno mediante las computadoras , hasta que mi compañero reaccionase.
Al rato Ray, abrió los ojos y sonrió.
- gracias Bea, me has salvado la vida y volvió a sonreirme.
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