Estabámos ya bien, las computadoras funcionaban y nos llegaba el oxígeno.
El próximo rumbo eran los brazos. Llegamos a uno de ellos, los transmisores no decían nada, pasamos al otro y tampoco. Pero antes de salir y meternos en el misterioso mundo del encéfalo, le dije a Ray:
- Imáginate que se la hayan puesto en el cerebro, no podría ser porque cualquier microbio que llevaba la ropa del agente que le puso la bomba, lo hubiera trastornado, por lo tanto si es que la puso ahí dentro se inmunizó, tenemos que hacer lo mismo. LLama a Rudy y piede que nos llegué la inmunización por las antenas.
Una vez inmunizados, nos colocamos en el cerebro, buscamos, los transmisores no respondían y era la última zona del cuerpo ¿dónde estaría la bomba, los transmisores no habían dado señal?
- Bea, mira que interesante, fijáte como el cerebro elabora todo el pensamiento de nuestro agente del FBI ¿que estará pensando? ¿estará inscociente?
- No creas dije yo. Pienso que en estos m omentos debe de saber la bomba, pero no puede responder.
En ese momento el cerebro puso la capacidad de memoria, el agente recordaba "una bomba en mi cuerpo y seguramnete en el intestino".
- !Ray!! En el intestino, recuerda que se la pusierón en el intestino!
- no lo asegura, además lo hemos inspeccionado la zona y nada.
Nos pusimos a pensar, estabámos muy cansados.
De repente la memoria decía:
" A las seís en punto estallará y mis compatriotas no tendrán tiempo de encontrarla".
- ! Ray! Son las seis menos diez, tenemos que ir al inestino, si no volaremos.
- ¿y si no está allí?
- Ya me acuerdo, cuando pasamos nos encontramos con el microbio, se nos olvidó de encender los transmisores, !iban apagados !aún podemos llegar a tiempo!
- vamos, de prisa, dijo Ray
Pero no podiamos salir con facilidad, hablamos con Rudy, sobre lo sucedido y nos dijo:
- Mando un hombre inmediatamente para ayudarós con un propulsor, es George.
Nada más legó nos fuímos rápidamente hacia el intestino y pusimos los transmisores, sonaban hacia la parte de la derecha. Cuando quisimos entrar dos microbios de los grandes se acercaban hacía nosotros, era imposible, no podíamos hacer nada, nos perseguían y corrimos hacia arriba y nos escondimos. Cuando se alejarón, fuímos de nuevo al intestino, eran las seís menos un minuto ¿nos daría tiempo?
Cuando ya estábamos cerca de la bomba, Ray se resbaló, era muy díficil de entrar en el tejido que estaba. Se necesitaban trajes especiales, fué cuando Rudy que subiera y los recogiera en la boca, pero ello le costaría dos minutos ir y volver, no había nada que hacer, el agente moríria. Ahora nosotros teníamos que ponernos a salvo, quedabn segundos.
De repente la bomba estalló, y me sentí llevada por los aires en pedazos.
Seguirá.....
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